divendres, 24 de novembre del 2006

Montilla, president

El Parlament de Catalunya ha escollit José Montilla com a President de la Generalitat, per aquests quatre anys de legislatura. Només ha rebut el suport dels tres grups municipals que configuren l’Entesa per al Progrés, i la resta de diputats hi han votat en contra.
No vaig poder seguir el debat de dijous ni tampoc el d’aquest matí de divendres, i tota la informació que tinc és la que s’ha publicat en premsa, escrita i digital. Sí que he seguit la sessió d’aquesta tarda, amb la votació final inclosa. He pogut, doncs, escoltar les intervencions de Joan Saura, Albert Rivera i Manuela de Madre i les respostes de l’escollit president, José Montilla.
La meva impressió no és negativa, tant per part del nou president, com pels portaveus dels grups que han parlat aquesta tarda. També us haig de dir que, per temperament i encara que no ho pugui semblar, sempre parteixo d’una posició favorable i expectant, i no començo a dubtar dels altres fins que no em donen motius.
Crec que l'Albert Rivera ha fet un bon discurs, molt ben elaborat i d’acord amb els principis que diuen que defensen. No seré jo qui els posi en dubte, sinó que en tot cas seran ells qui poden arribar a contradir-se i manifestar-se de manera diferent. Quant a la crítica al tripartit de l’anterior legislatura, ha seguit els mateixos tòpics que els altres partits de l’oposició, encara que avui no sé què han dit.
L’ús del castellà pot haver-nos sorprès, atès que no hi estàvem acostumats, i ja no ens recordàvem de l’època del Partit Socialista d’Andalusia. No hi ha dubte que, els que estimem profundament el català, i vàrem viure els anys de repressió contra la nostra cultura i la llengua, ens ha frapat escoltar el castellà al Parlament, però cal ser realistes i obrir els ulls. Sigui o no sigui una provocació, a ningú se li pot escapar la realitat de Catalunya, i no cal anar massa lluny de casa per adonar-se que el castellà és molt present, i en segons quins ambients, predominant.
Malgrat això, continuo pensant que si hi ha una llengua que està en perill, aquesta és el català, i que encara necessitem polítiques discriminatòries en positiu per a la meva llengua materna. Negar això, és mentir descaradament, i a casa nostra hi ha força gent que, conscientment o sense consciència, avalen una posició falsa, que no té credibilitat.
Montilla no és Maragall, i per tant no podem fer comparacions. Montilla, a qui no vaig poder escoltar ahir, ha deixat molt clara la seva posició, i ara caldrà veure si és capaç de mantenir-la i fer avançar un govern, que no és uniforme i que necessita del pacte. Un pacte que haurà de permetre conjugar diferents voluntats i aspiracions, però que han de tenir en comú, l’objectiu de desenvolupar el nou Estatut, i fer créixer el nostre país, amb especial èmfasi a les polítiques socials.
Fa uns dies que l'Artur Mas va manifestar que no concedirien cap dia de gràcia al nou govern, perquè ja els havien exhaurit durant la passada legislatura. Jo crec que Montilla i el govern que nomeni, es mereixen comptar durant un temps amb la nostra confiança, perquè puguin organitzar-se bé i encarar amb èxit el treball que se’ls demana.

1 comentari:

Anònim ha dit...

http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=358254&idseccio_PK=1008

-- Rivera figuró en la lista de apoderados del PP en las legislativas del 2004 --


1. • Fuentes populares dicen que el líder de Ciutadans aceptó representar al partido, pero él lo desmiente
2. • El diputado antinacionalista presentó el currículo al afiliarse e intentó medrar en Nuevas Generaciones

* Impulsores y diputados de C-PC desconocían el pasado de su líder
* El segundo desnudo de Albert Rivera

PILAR SANTOS / JESÚS G. ALBALAT
BARCELONA

Albert Rivera, presidente y diputado de Ciutadans-Partido de la Ciudadanía (C-PC), aparece como apoderado en las listas que el PP confeccionó para las legislativas de marzo del 2004 y que el partido remitió a la junta electoral para su acreditación, según fuentes de los conservadores. Su nombre también se incluyó, por error informático o un despiste, en las del referendo del Estatut, el pasado junio, y en las autonómicas del 1-N, fechas en las que Rivera ya no era afiliado de la organización de Mariano Rajoy, de la que se había dado de baja el pasado mes de abril, como ayer reveló EL PERIÓDICO.
Rivera negó anoche que ejerciera como apoderado del PP y aseguró que nadie del partido le llamó por teléfono para proponérselo. Habitualmente, los miembros de la organización conservadora que preparan las jornadas electorales telefonean a sus afiliados para preguntarles si quieren formar parte de esas listas y acudir a los colegios como representantes del partido.
Fuentes del PP afirman que si Rivera aparece en esas relaciones es porque en algún momento dio su consentimiento para colaborar con el partido conservador. Esas mismas fuentes populares añaden que no tienen constancia de que el presidente de Ciutadans llegara a ejercer como tal, puesto que muchas veces acreditan como apoderados a más personas de las que finalmente se necesitan.

DESDE SEPTIEMBRE DEL 2002
El presidente de Ciutadans rechazó ayer en todas sus intervenciones públicas haber "militado en ningún partido político" y dijo que la única militancia que ha ejercido y ejerce es en el sindicato UGT. De hecho, repitió lo que ya declaró el día en que fue elegido como presidente de Ciutadans-Partido de la Ciudadanía, el pasado 9 de julio: que no tenía experiencia en ninguna fuerza o asociación que no fuera de vecinos.
Sin embargo, en esta página se publica la hoja de afiliación de Nuevas Generaciones que Rivera firmó en septiembre del 2002, no en junio del 2003, como ayer publicó por error este diario. Su rúbrica aparece justo debajo del epígrafe "Firma del afiliado".
En ese documento, además de aparecer todos los datos personales del político, también se incluyen las firmas de dos miembros de Nuevas Generaciones que avalaron su entrada en la rama juvenil del PP. Una de esas dos personas es Eduardo Bolaños, en la actualidad secretario territorial y conseller de distrito del PP en el Eixample y, en aquella fecha, presidente de Nuevas Generaciones en Barcelona.
Bolaños recordó ayer el día en que se encontró con Rivera: "Vino a afiliarse por su propia iniciativa. Me llamó la atención muchísimo que viniera con su currículo personal. Nadie se va afiliar a un partido y lleva una copia del currículo. Ahora, cuando lo he visto por la tele lo he recordado: '¡Es el del currículo!'".
Bolaños dijo que Rivera se quiso hacer valer y se presentó como una "persona preparada". "Se notaba que quería tener protagonismo en Nuevas Generaciones. Yo le dije que nadie obtiene un trabajo en Nuevas Generaciones aquí, porque somos pequeños. Me pareció un poco prepotente; era como si quisiera llegar a ministro un mes después de haberse afiliado", añadió.
El expresidente de la organización juvenil aseguró que el presidente de Ciutadans acudió a algunos actos del PP los primeros meses, pero que después "se debió de llevar una pequeña desilusión" porque no vio ninguna opción clara de protagonismo y cesó su actividad. Además, Bolaños explicó que en Nuevas Generaciones no existe la figura del militante, solo la del afiliado. "Después puedes ser más o menos activo, pero eres afiliado, y eso es lo único que puedes ser en Nuevas Generaciones", explicó.

LOS DAMNIFICADOS
Mientras tanto, fuentes oficiales del PP confirmaron ayer la afiliación de Rivera y aseguraron que ni el presidente de los populares en Catalunya, Josep Piqué, ni sus dirigentes más cercanos tenían noticia de que Rivera hubiera pasado por sus filas. Sí que le recuerdan algunos trabajadores del PP que lo pudieron ver cuando el ahora diputado acudió a la sede de Urgell.
El partido de Rajoy ha sido uno de los damnificados por la irrupción de Ciutadans. Según el propio Piqué, de los 90.000 electores que dieron su apoyo al partido de Rivera unos 30.000 eran votantes populares.